lunes, 21 de enero de 2013

Reflexión Bloque III

Este bloque ha resultado ser para mí, de los tres que llevo, el que más trabajo me ha costado realizar.

En este bloque se ha trabajado desde la visión general de la historia y los clásicos de la literatura. Este bloque se repite en todas las aulas en todos los colegios. Conocemos autores, conocemos títulos y obras pero nadie conoce ni un poquito sobre los autores. Nos suenan datos pero no sabemos relacionarnos. Este es un fallo de la educación en nuestro país. Si desde los 6 años trabajamos con la obra de Miguel de Cervantes (por citar algún autor que yo trabajé en mi colegio) ¿cómo puede ser que apenas conozca cosas sobre la vida de este autor, su momento
histórico y su obra ilustre? Creo que algo estamos haciendo mal, porque el sistema falla. Hay que pararnos un segundo y reflexionar. Siento que este error lleva ocurriendo desde mi etapa Primaria (supongo que incluso años antes) y por lo que veo, en el curso 2012-2013 se sigue llevando a cabo de la misma manera.
Tenemos que pensar qué haríamos nosotros para que cuando lleguemos a un aula los niños aprendan que la literatura clásica es fuente inagotable de ideas en la actualidad.

Este bloque ha supuesto para mí un trabajo “duro” en comparación con los anteriores. Creo que no me ha motivado de la misma manera que el bloque II. El trabajo en el anterior bloque fue mucho más denso, pues adaptar un cuento (habiendo escuchado varias versiones ya) era una tarea complicada que me hacía plantearme un verdadero reto.  Quizá este tema sea más llevadero, pero la búsqueda de información y el poco reto que para mí suponía le han convertido en un bloque aburrido. Sé que es necesaria la preparación de una semana cultural, y muy importante que trabaje sobre un autor clásico que los alumnos sean capaces de “interiorizar”.

Me parece un tema complicado. Como es lógico, un niño de entre 6 y 12 años no debe aprenderse ni un solo dato de la historia de la literatura española (ni española ni de ningún otro sitio) pero tenemos que tener la capacidad de conseguir que el niño disfrute con la literatura clásica llevándosela de una manera divertida y amena. Hay que conseguir que los niños, además de adquirir unos deseos imparables por leer este tipo de libros- conozcan un poco más a sus autores. Pero ¿cómo hacerlo de una manera que los niños no sientan que es todo teórico? Pienso que aún no he reflexionado del todo en esto…
Creo que con la elaboración de mi semana cultural no he conseguido al cien por cien el objetivo. Con algunas de mis actividades propuestas, el niño se sentirá intrigado por conocer más, pero veo que con otras de ellas el niño se aburrirá. Hubiera sido interesante realizar esta actividad en el tiempo en el que estuve de prácticas y llevar a cabo algunas de las actividades propuestas con mis niños del cole para comprobar su eficacia.

Realizar una semana cultural requiere su trabajo. No se pueden realizar cosas que carezcan de sentido. Cualquier cosa requiere sentido pedagógico, y a veces, podemos caer en el error. Siendo realistas, este tipo de actividades o proyectos (me refiero a la semana cultural) no se realizan. Durante los meses que he estado, no he tenido la suerte de presenciar ninguna y hablando con el resto de profesores encontré dos opiniones. Estaban los profesores “más experimentados” que decían que “la organización de estos proyectos requerían mucho esfuerzo y muchas ayudas, y cuando conseguíamos que le colegio permitiera celebrarse era la cúpula de gobierno (director y jefe de estudios) los primeros en escaquearse, por lo que siempre nos tocaba a dos o tres profesoras”. Por otro lado, los profesores más noveles, aseguraban que “tenemos ganas de organizar una semana cultural, no sólo con autores de los grandes clásicos sino con músicos famosos, artistas y demás personas influyentes de nuestro país y países vecinos, pero contamos con pocos apoyos para realizar un proyecto tan ambicioso”. Como vemos, al final por unas cosas u otras, nos volvemos cómodos y terminamos por no hacer nada. Sólo espero que a mí no me entre esta pereza y consiga remover cielo y tierra para conseguir hacer este tipo de actividades que le dan al colegio y a los alumnos aire renovados para seguir trabajando con más fuerza.

Como conclusión, tengo que decir que este bloque me ha servido para “quitar el polvo” a algunos de los conocimientos que tenía olvidados sobre literatura clásica. Considero muy necesario conocer bien a estos autores y sus obras para saber que mandamos leer y aprender a nuestros alumnos, pues un libro destinado a una persona adulta, “obligado” por un profesor a ser leído por un niño de Primaria, puede ser el principio de un odio a la literatura que creo no nos podemos permitir.

1 comentario:

  1. Muy bien. La idea de este bloque es acercar la literatura clásica a los niños de una forma lúdica y, como dices, interesarlos por algunos autores y obras de renombre. Ya los estudiarán en secundaria - probablemente de forma memorística y no significativa- pero, si en primaria les creamos interés por algo, ese recuerdo permanecerá.

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