domingo, 20 de enero de 2013

Reflexión Bloque II



Como en el bloque anterior, han sido mis compañeros y compañeras los encargados de mostrarme los encantos de este tema. Si soy sincero, creo que es el bloque del que más me hubiera gustado ser testigo de su explicación.
La actividad de búsqueda de webs y páginas virtuales sobre textos folclóricos abre un mundo de conocimientos que para mí había estado oculto. Es asombroso los recopilatorios de cuentos que hay y las técnicas que podemos usar para contar cuentos a nuestros futuros alumnos –en mi caso, he usado de cobayas a mis primos más pequeños- con trucos que de verdad merecen la pena.
Antes de esto, tenemos que ver qué es un texto folclórico y para qué se escribían.


El texto folclórico es un texto literario escrito por y para el pueblo para entretener a la gente. Se solían trasmitir de manera oral y se usaban –en ocasiones- para dar lecciones moralizantes. Contenían gran realismo (reflejaban gran parte de la realidad) y poseían elementos simbólicos.  La diferencia entre el folclore literario y la literatura folclórica es que el Folklore literario es aquel que nace de autores anónimos y no cultos, pero que lo conoce y difunde por haberlo recibido de forma tradicional, como por ejemplo; coplas populares, leyendas tradicionales o relatos; por el contrario la Literatura folklórica, es aquella realizada por escritores cultos que representan situaciones de índole folklórica. 
El texto folclórico podía aparecer en cualquiera de los tres grandes géneros. En teatro (que podía ser religioso –en navidades, semana santa, etc.- o el profano –el resto del año-). La poesía estaba ligada a las danzas, el baile y la música, para recitar y cantar (nanas, textos para recitar y textos para jugar). Por último en la prosa encontrábamos textos paraliterarios (fábulas y mitos) y textos literarios (cuentos y leyendas).

Hay que destacar los grandes recopilatorios más famosos y los pequeños análisis y ejemplos que hemos visto de ellos, como el de los hermanos Grimm, Charles Perrault, Hans Christian Andersen y los españoles Fernán Caballero y el padre Coloma.
Después de conocer todo esto llega el punto clave del segundo bloque. La adaptación de un texto folclórico. Con algunas pautas dadas por Irune (en mi caso primero vinieron las de mis compis) había que adaptar el precioso cuento “Toda clase de pieles” versión de los Hermano Grimm y de la propia abuela de Irune.
La adaptación de este cuento ha sido todo un reto. Por suerte, la pasada semana pudimos ver en clase qué cosas se podían y cuáles no cambiar al adaptar un texto. Fue una locura, entre las componentes de mi equipo (Rocío, Fátima y Claudia) intentaron aclararme algunos aspectos, pero están tan locas que a veces sólo consiguieron liarme más. ¡Menos mal que Irune me sacó del apuro! Ahora sólo espero que la adaptación esté aceptable jeje
Me parecía fácil lo de adaptar un cuento. A priori, veía pocas dificultades pero, es cuando empiezas a trabajar sobre él cuando te das cuenta de que tiene su aquel. En clase, intentando adaptar “Stardusts” con mi equipo lo pasamos genial. Fue un rato entretenidísimo y nos reímos muchísimo. Estábamos inspirados –quizá demasiado- y las ideas eran cada vez más descabelladas. Al final, con el esquema aclaratorio, adaptar Toda clase de pieles ha sido mucho más sencillo.
Por otro lado, la parte de textos folclóricos me parece muy importante. Hay que conocer bien los textos que se pueden enseñar a los alumnos y cuáles no. Me ha gustado mucho conocer las versiones más “espeluznantes” de los que yo consideraba “grandes clásicos Disney”, y aunque no estuve presente en dichas clases mis compañeros ya se han encargado de contarme alguna…

Además de entusiasmarme estos relatos, me ha encantado esta parte porque me ha trasladado a mi niñez, cuando mi abuelo Jesús y mi abuela María me contaban historias. Eran relatos “de cuando éramos mozos” me decían. Siempre tenían alguna enseñanza o moraleja moralizante. Me asombra el simple hecho de cómo se asustaban las gentes de los pueblos cuando les contaban estas “historias para no dormir”.  Pero aún me asombra cómo se está perdiendo esto. Cuando yo era pequeño, después de terminar la tarea en casa, iba al parque con mi madre o mis abuelos. Allí jugaba con amigos del colegio, niños de otros coles o incluso algunos primos que vivían cerca. Recuerdo como siempre que podía, pedía a mi abuelo que me contara historias. Me daba igual que fueran de príncipes y princesas o de vaqueros e indios. Me apasionaba el mundo de los cuentos. Ahora –y no hace tantos años desde mi etapa infantil y primaria- los niños se divierten con videojuegos, ordenadores y demás “maquinitas”. En mis prácticas pude observar como los niños estaban ansiosos por terminar las clases para ir a sus casas y jugar con sus videoconsolas.

Por suerte, mi profesora de prácticas –qué grande eres y ojo lo que te voy a mencionar por aquí- intentaba motivar a los alumnos con estas historias y cuentos. No memoricé que versión era, pero recuerdo que un día en clase vimos la historia de “Blancanieves y los 7 enanitos” y me pareció muy curioso que mi profesora no enseñara la historia según Disney. Es enriquecedor para los niños ver otras versiones para no aburrirse con lo mismo.

Hay que avanzar con los tiempos. No podemos quedarnos estancados en el pasado y en las cosas viejas, pero no podemos eliminar todas nuestras tradiciones y cultura de un plumazo. Hay que evolucionar, pero tenemos que convivir con lo que ha sido nuestro. Me niego a perder este tipo de cuentos folclóricos que narran la vida de ¿tiempos mejores? No lo sé, pero al menos se les veía más felices.
Puedo asegurar y aseguro desde aquí, que como futuro profesor, mis alumnos disfrutarán de textos folclóricos que intentaré contarles siempre que puedan para que al menos, aprendan a amar la literatura tanto o más que su profesor.
Termino con una frase que he leído por algún que otro blog y me ha hecho reflexionar.
“Lo que hoy es tradición un día fue novedad”

1 comentario:

  1. Muy bien. te has dejado en el tintero la poesía y el teatro, pero los cuentos los has bordado.

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